Antes de entrar en materia... os aconsejo ir escuchando el siguiente video mientras leéis el resto de la entrada, sin duda creará ambiente...
Recientemente he podido ver la final del Certamen de Marchas Procesionales "Font de Anta". De antemano he de decir, que desde la primera edición, espero escuchar las marchas participantes como agua de mayo... y este año no iba a ser menos.
Altavoces puestos, me dispuse a escuchar música de calidad. Y lo cierto es que así fue, una tras otra fueron entrando en mi cabeza y dejando un regusto dulce, que no hizo otra cosa que traerme a la mente una frase pronunciada por Oscar Navarro (Hossana In Excelsis 2009) en la que venía a decir, que actualmente, las nuevas corrientes musicales le habían dado un giro a lo establecido, siendo este giro un acercamiento al intimismo cofrade/musical.
Por otro lado, asiduo como soy al foro de patrimoniomusical.com, leo a muchos foreros con quejas de que se ha desvirtuado la marcha procesional, que son bandas sonoras de películas, que esto no puede sonar en la calle...y digo yo, ¿no le dirían esto por ejemplo a Farfán cuando introdujo sonoridades e incluso instrumentos novedosos para su época? Creo que podemos ser testigos de una evolución importante y productiva musicalmente hablando de las marchas, creando así auténticos poemas sinfónicos que impresionarían a un alemán, ruso o canadiense. Yo sí creo en la pluralidad de la música, que transpase fronteras e ideas, que el género musical de las marchas de procesión rompa esas barreras que lo tenían encerrado en un espacio estrecho y ridiculizado por muchos, que la palabra vulgar o chabacano desaparezca del lado de las batutas que dirigen nuestras bandas, hasta aquí llegamos.
Ha llegado la hora de rendir homenaje a los genios que le dieron forma a lo que hoy entendemos como marcha procesional y abrir el abanico de posibilidades que ofrece una formación musical de hoy en día. ¿Que no pueden sonar en la calle? ... ¿quién dice que no? ... ¿que son bandas sonoras de película? ... Sí, de la "película" más grande jamás contada, de esa que nos tiene que hace reflexionar el cómo vivimos la vida...
Hace tiempo que muchos tomamos la opción complicada, pero hoy nos damos cuenta de que más que nunca, todo sirvió para algo.
