De todos es sabido que el tópico musical cofrade por excelencia es el "tiiiiirooo tataaatiiiiiroooo taaatatatata taaatatatata ta ta tata¡¡¡", y que como diría un compadre mío (con cara seria) "pero no suena siempre lo mismo???".... entonces es cuando respiro hondo y tiro de imaginación y memoria. Así entonces se me vienen a la cabeza nombres como Manuel Marvizón, David Hurtado o el incomprendido cofrademente hablando F Javier Torres Simón, también me acuerdo cómo no, de los Beigbeder, Gámez o Farfán que hicieron de este género una joya cultural ninguneada sobretodo ahora por cualquiera.
Desde hace tiempo me pregunto... ¿en qué se ha fallado?, ¿cuando ocurrió?, por qué la marcha procesional no tiene el caché que antaño poseyó??... no me lo explico, o quizás sí..., y eran bastantes tristes esos años 90 y comienzos de este siglo con chabacanerias típicas de cualquier verbena de pueblo (y chico), esperando a que sonara un "Paquito el Chocolatero" en cualquier momento.
Sinceramente me niego a resignarme, no me parece justo.
Y en todo este lío, están embarcados los nuevos compositores, la nueva generación de músicos que crean "Flamenca Madrugá", "Resignación" o "Amor" en un territorio hostil, un territorio poco fértil para tan selectas semillas, las cuales muchos esperamos den pronto muchos frutos con los que deleitar el "paladar", y acabar de una vez por todas con la dictadura lolailopop que nos agobia sin cesar.
Creo en la música de verdad, sin adimentos ni artificios... eso es muy fácil, coges un tema de "los chunguitos" y se rearmoniza un poco y... voilá¡¡¡ éxito asegurado.
Para ilustrar este tema, os dejo un video que demuestra la valía de estas "nuevas" tendencias, que en forma de obra musical dan un poco de caché a ese empobrecido mundillo.
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